martes, 12 de octubre de 2010


La distancia, el gran problema, la gran dificultad que no me deja avanzar en mi camino, como la odio y le agradesco a la vez, es tan inexplicable, tan irónico. Si de un principio te hubiese tenido a mi lado, todo hubiera sido tan distinto, tan normal. La distancia, que es la gran culpable de estas lágrimas, es también la causante de que este amor llegara tan lejos, de que te sintiera cada vez más cerca, me hizo que entender, que ella en el amor no existe, por que este supera todos los límites. La distancia, me ayudó a abrir mis ojos y darme cuenta de que solamente debo caminar con la frente en alto hasta donde quiero estar. La distancia, mi peor y mejor amiga. A quien insulté tantas veces por impedirme ser feliz. Quien me enseñó lo que amar de verdad significa.