Hay que sacar pecho y afrontar los problemas, yo decía la vida no me llena para que existía, perdí la ilusión el reflejo de mis ojos; pasaba de ir a clase; no hacía caso a mis padres, estaban preocupados porque yo era lamentable; era una persona fría, todo me daba igual. El fracaso me ha hecho madurar; empezó todo a cambiar.
Estuve en el lugar equivocado, a la hora equivocada, ¿cuántas veces no he sabido valorar ni apreciar nada? Dije "lo siento" tantas veces que ya perdí el significado, pero cada uno tiene lo que merece, y yo soy uno de ellos con muchísimos fallos. Sí, las palabras duelen, yo nunca me callo y es bello este defecto que llaman virtud, si no eres sincero aunque la verdad duela; entonces no soy como tú! Yo también me he vuelto loco, mis defectos no son pocos; nadie es perfecto, por eso me equivoco; y reconozco mis errores aunque sea tarde, rectifico por cada fallo que cometo aunque sea en balde, y nadie por mi parte conoció el engaño; nunca fue mi intención hacer daño a nadie aunque tenga la culpa, perdón por hablar con desprecio a quien más quiero a veces, por actuar sin pensar y acabar diciendo gilipolleces.
No significa que me arrepienta de cada acto que hice mal, porque sé que para aprender es necesario tropezar, y hacerse daño, madurar tras cada palo que encajas, pero lo primero es ser persona, este perdona cada acto que hiciste mal o fuera de lo habitual; y si reflexionas, querrás cambiar cada parte de ti que pueda hacer sentir mal o que decepciona. Fui egoísta y materialista; lo reconozco, y si ahora miro atrás te puedo jurar que ni me conozco, pero pide disculpas mi corazón; no mis labios, equivocarse es ley de vida.