¿Sabes? La vida me ha enseñado que el tiempo pasa y no te espera, las personas cambian y los sentimientos vuelan. Pero tu me enseñaste algo mejor, me enseñaste a querer y a cuidar todo aquello que tengo, sin dejar ni que el tiempo, ni las personas lo rompan y mucho menos que los sentimientos desaparezcan si los cuidamos día a día. Me enseñaste a disfrutar cada momento como si fuera último y a apreciar cada detalle por pequeño que sea.