jueves, 23 de diciembre de 2010
Yo elegí quererte y todas las consecuencias que eso conlleva, elegí que tu seas la persona que llenase mis días de sonrisas, elegí que tu olor sea el que mejor le venga a mis sabanas, yo elegí que me comas a besos, elegí también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades, elegí que no quiera otros abrazos, que no quiera otras manos agarradas a las mías, elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes, elegí que tu seas mi locura y mi cordura, elegí llenar el silencio de la noche con nuestra risa, elegí saber, elegí seguir y nunca rendirme y siempre vencer. Elegí las idas y venidas, las despedidas, elegí la impotencia, la incertidumbre y tu impredecibilidad, elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí las miradas, elegí aprender a amar, elegí hacerme adicta a tus besos y a tu voz. Elegí conservar intacto cada momento. Elegí no callarme nada, elegí darte todo, elegí hablar de nosotros cuando hable de ti, elegí ser fuerte y luchar por un solo motivo, nuestro amor. Elegí darte todas mis oportunidades, elegí quedarme con tus manías, tus defectos y tus carencias. Elegí perdernos debajo de cualquier edredón, y tu respiración en mi oreja derecha, elegí besarte de cualquier manera, y la pasión a gran escala, elegí estremecerme sola y únicamente con tus caricias, elegí no ponernos límite. Elegí el sabor agridulce de las discusiones que acababan en abrazos. Elegí que ninguna palabra sea vana. Elegí arriesgar y jugarmela por vos y no me arrepiento de nada.