domingo, 25 de julio de 2010


Tener esperanza no es desear, sino tener certeza de que eso que querés tarde o temprano va a llegar. Vivir sin esperanza, es estar derrotado antes de intentarlo. La esperanza no es un deseo, es una certeza. Es el motor de la gente feliz. La esperanza no es soñar lo posible, si no soñar lo imposible. Es prima hermna de la utopía. Es un brote verde en el desierto. Ahí, donde todo está perdido, donde sólo hay desconsuelo, desolación y vacío, también hay esperanza. Porque la esperanza es lo que queda cuando ya nada nos queda. La esperanza es lo último que se pierde, no?